domingo, 31 de agosto de 2008

Jesús es el Señor. Tema 42. Somos herederos de una gran promesa.

TEMA 42. SOMOS HEREDEROS DE UNA GRAN PROMESA.

Síntesis del tema.
Dios Padre, que nos ha creado, nos ha llamado a la Vida eterna. Una vida para siempre.
Dios es fiel y nosotros confiamos en su promesa de participar en la Vida eterna.

Tema.
En nuestro mundo todavía hay dolor, injusticia, violencia y falta de amor. Pero Dios, que es Creador y Señor de todas las cosas, quiere que se renueven y sean mejores. Dios nos llama a un mundo nuevo donde Él será para todos como un sol que todo lo ilumina.
En este mundo nuevo no habrá cansancio, ni hambre, ni sed. No habrá penas, ni lágrimas, ni muerte. Toda la Creación quedará transformada.
El día de nuestro Bautismo, Dios Padre nos puso en camino hacia ese mundo. Nos unió a Jesucristo resucitado, que vive para siempre. Nos entregó al Espíritu Santo como fuerza en nuestro caminar.
Porque Jesús ha resucitado y ha vencido a la muerte, los cristianos creemos en la Vida eterna. Esta es la gran promesa que nos ha dado: seremos semejantes a Jesús y felices con Él para siempre.
Nosotros creemos y esperamos que al morir veremos a Dios cara a cara y entraremos en este mundo nuevo que ya ha comenzado. Con nuestro trabajo colaboramos con Dios en la obra de la Creación. Con nuestro testimonio crece la vida nueva que Jesús nos ha traído.
Cuando celebramos la Eucaristía y a empieza a cumplirse la promesa:

“El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna” (Juan 6,54)

Oración.
¡Señor! Alimentados con el Pan de Vida,
nos pareceremos más a Ti y nos esforzaremos
por hacer este mundo más hermoso y fraterno.
Ayúdanos a descubrir que Tú caminas con nosotros
y que el mundo nuevo ya ha comenzado”
Frase de síntesis final.
Creo en la vida eterna.

Preguntas:
-¿A qué nos ha llamado Dios Padre?
-¿Qué es lo que Dios quiere?
-¿Cómo es el mundo nuevo?
-¿Por qué creemos los cristianos en la Vida eterna?
-¿Qué es la Vida eterna?
-¿Qué nos ocurrirá cuando muramos?
-¿Qué aporta nuestro trabajo, testimonio y la eucaristía?

Y en clave junior:

“Que el Concilio Vaticano II haya definido a los jóvenes como la esperanza de la Iglesia anima a no cansarse de anunciar a Jesucristo, de proclamar su Evangelio a quienes son los centinelas de la mañana en este amanecer del tercer milenio” (ReI pg 16)

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