domingo, 5 de abril de 2009

Lunes, Martes y Miércoles Santos

Sentido:
En la primera mitad de la Semana Santa no hay celebraciones de particular relieve. Durante estos tres días la Iglesia considera profundamente el misterio de la pasión del Señor

Lecturas de estos días.
Lunes Santo:
Isaías 42,1-7: Cántico I del Siervo de Yahvé, figura silenciosa y majestuosa que nos introduce en el misterio pascual: su elección, misión y sufrimientos son profecía de la suerte de Cristo. La lectura pausada, dejando que Dios vaya con las palabras pintando el rostro de Cristo ante nuestros ojos, nos ayuda a adentrarnos en el misterio de la Semana Santa, el Misterio Pascual de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.
Salmo 26, 1.2.3.13-14: respondemos a la Palabra con esta oración, en ella hacemos nuestros los sentimientos del justo perseguido, quien no tiembla ante los enemigos porque confía en el Señor, su luz, salvación y defensa, y espera en Él. Con este salmo, sabiendo que Jesús fue un gran orante de los salmos, nos adentramos en sus sentimientos, previos a la pasión.
Juan 12, 1-11: la cena de Betania es preludio de la última cena y por tanto de la Pasión y Muerte, en ella se encuentra Lázaro, a quien Jesús había resucitado y María, quien unge a Jesús, anunciando su muerte y resurrección. Dos personajes se contraponen: María, representando al discípulo que ama a Cristo y desborda su amor hacia el Señor y Judas, cuya mezquindad queda retratada en sus palabras.

Martes Santo:
Isaías 49, 1-6: en este canto el Siervo de Yahvé se presenta así mismo como unprofeta llamado por Dios desde las entrañas maternas a una misión universal: ser luz de las naciones, instrumento mediante el cual la salvación llegue a todos los hombres y mujeres. En él descubrimos a Jesús, el Salvador, que reúne entorno a la cruz a todos los pueblos.
Salmo 72, 1-2.3-4a.5-6ab.15.17: de nuevo en esta oración descubrimos la actitud de Cristo ante la muerte, depositando todas sus esperanzas.
Juan 13, 21-33: la escena se sitúa después del lavatorio de los pies y en ella Jesús anuncia la traición de Judas. De este modo la misa nos va situando en el contexto de la pasión.
Miércoles Santo:
Isaías 50, 4-9a: el tercer Canto del Siervo de Yahvé es de confianza y de victoria. Su misión de consolar al abatido, está marcada por la escucha de la Palabra que le da fuerza.
Salmo 68, -10.21bcd-22.31.33-34: respondemos a la Palabra de Dios haciendo nuestros los sentimientos del justo perseguido, de Cristo en la cruz, a quien al igual que el salmista le ofrecen hiel y vinagre.
Mateo 26, 14-25: el evangelio de este día nos sitúa en el umbral de la pasión. Judas traiciona a Jesús, mientras Él prepara la Última Cena. Todo está ya dispuesto para comenzar el Triduo Pascual. ¿Lo estamos nosotros?

No hay comentarios: