martes, 16 de diciembre de 2008

Tiempo de Adviento. Lunes III




Oración:
Tomo conciencia de hallarme en presencia de Dios, fijando la mirada en una estampa o cerrando los ojos. Me signo mientras rezo la siguiente oración, consciente de mi incapacidad para orar:
Dios mío, ven en mi auxilio. Señor, date prisa en socorrerme.

Texto bíblico
Viendo Balaán que el Señor tenía a bien bendecir a Israel, no anduvo como las otras veces en busca de presagios, sino que se volvió hacia el desierto, y tendiendo la vista, divisó a Israel acampado por tribus. El Espíritu de Dios vino sobre él y recitó sus versos:
Oráculo de Balaán, hijo de Beor;
oráculo del hombre de ojos perfectos,
oráculo del que escucha palabras de Dios,
que contempla visiones del todopoderoso,
en éxtasis, con los ojos abiertos.
¡Que bellas las tiendas de Jacob
y las moradas de Israel!
Como vegas dilatadas,
como jardines junto al río,
como áloes que plantó el Señor
o cedros junto a la corriente;
el agua rebosa de sus cubos
y con el agua se multiplica su simiente.
Su rey es más alto que Agag
y su reino descuella.
Dios lo sacó de Egipto
embistiendo como un búfalo.
Devorará a las naciones enemigas
y triturará a sus huesos,
las traspasará con sus flechas.
Se agazapa y se tumba como un león,
o como una leona, ¿quién lo desafiará?
Bendito quien te bendiga,
maldito quien te maldiga.
Oráculo de Balaán, hijo de Beor;
oráculo del hombre de ojos perfectos,
oráculo del que escucha palabras de Dios
y conoce los planes del Altísimo,
que contempla visiones del Todopoderoso,
en éxtasis, con los ojos abiertos.
Lo veo, pero no es ahora;
lo contemplo, pero no será pronto.
Avanza la constelación de Jacob
y sube el cetro de Israel.
Triturará la frente de Moab,
y el cráneo de los hijos de Set.
Números 24, 2-9.15-17

Lectio (¿qué dice el texto?)
El libro de los Números nos ofrece el relato de la estancia del pueblo en el Sinaí, su peregrinar hasta la tierra prometida. Surge un personaje misterioso, un adivino pagano: Balaán, al que contrata Balaak, rey de Moab y enemigo de Israel, para que lo maldiga. Sin embargo el Ángel de Dios se le aparece y le prohíbe maldecidlo, por ello Balaan bendice a Israel con este oráculo. En él se anuncia un rey que vencerá a Agag. Éste fue Saúl, si bien, en cuanto profecía se refiere a Jesús. Por otra parte anuncia la aparición de un nuevo astro, signo en la antigüedad de la aparición de un gran personaje. Mateo tomará esta estrella como signo del nacimiento de Jesús.

Meditatio (¿qué me dice el texto?)
Puedes leerlo dirigido a ti. Es un poema de amor de Dios a quien perteneces al nuevo pueblo de Israel, la Iglesia. Así nos ve Dios. Por otra parte déjate cautivar por los sentimientos que en el texto se expresan.

Oratio:
Estas cara a cara con Quien habita en tu corazón. ¿Qué le dices después de haber leído y meditado su Palabra?

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