viernes, 25 de abril de 2008

Escuela de Oración. Semana IV. Día 5º


IV Semana. Viernes 25 de Abril.

En presencia de...
Seguimos situándonos desde el silencio. Como afirma la autora del libro el primer paso para dejarse seducir por el silencio es reconocer que no nos conocemos (es imposible conocerse del todo porque estamos en continuo cambio) y que es importante hacerlo si queremos entrar en contacto con Dios. Así reservar tiempos de silencio en la vida de cada día nos permite escuchar a nuestros sentimientos y ser más trasparentes de cara a nosotros mismos, vernos tal cual somos.
Por eso comienza en silencio, escuchándote a ti mismo, sintiendo tu presencia y ofreciendo a Dios tu persona, viendo como te ve Dios, en silencio.

Oración preparatoria:
Pídele a Dios que te haga verte como él te ve, tal como eres y con un gran amor.


El texto, Su Palabra:
Mirad las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros, pero vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas? Por lo demás ¿quién de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un solo codo a la medida de su vida? Y del vestido, ¿por qué preocuparos? Observad los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan, ni hilan. Pero yo os digo que ni Salomón, en todo su esplendor, se vistió como uno de ellos. Pues si Dios viste así a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, ¿no lo hará mucho más con vosotros, hombres de poca fe? No andéis, pues, preocupados diciendo: ¿qué vamos a comer? ¿qué vamos a beber?, ¿con qué vamos a vestirnos?, pues por todas esas cosas se afanan los paganos. Vuestro Padre celestial ya sabe que tenéis necesidad de todo eso. Buscad primero el Reino de Dios y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura.
Mt 6, 26-33
Composición de lugar:
De nuevo nos encontramos en el Sermón de la Montaña. Teniendo presente el tema que nos va guiando durante esta semana, Jesús nos invita a relativizarlo todo y a colocar a Dios en el centro de nuestra vida. El texto nos puede parecer muy fuerte, pero hemos de entenderlo sobre todo como una confianza en el Padre. Él cuida de mí y de ti y eso Jesús lo entendió muy bien, pues abandonó la seguridad del hogar y el negocio familiar para marchar por Palestina predicando el Reino y viviendo sin casa ni un lugar donde reclinar la cabeza, confiando totalmente en la providencia.
También a nosotros Jesús nos invita a confiar en ella. Como juniors contemplamos muchas veces la naturaleza y descubrimos la belleza de los pájaros y los campos. De ellos cuida el buen Dios. De igual modo de nosotros cuida quien es nuestro Padre.
Comienza la oración leyendo el texto y dejando que la Palabra vaya entrando en tu corazón. ¿En quién confías más? Es la pregunta.

Coloquio:
Y ahora viene lo más fácil y difícil, hablarle a Jesús.

Ejercicio de esta semana:
Nos indican desde el Seminario:
El punto de partida de toda vida espiritual es tu propia vida. La vida debe aparecer continuamente en tu libreta de oración. Pero la vida al cual es, con sus desordenes, posibilidades, miedos.... se trata de objetivizar al máximo tu momento: ¿qué mueve mi vida”, ¿qué me produce verdaderamente alegría?
Si estás cara el ordenador, abre un documento nuevo y anota las alegrías o tristezas, gustos o disgustos, resistencias o generosidades del día anterior. Descubre cuales han sido las razones reales de esas mociones, pon nombre a tu realidad concreta.

Examen de la oración:
“Miraré cómo me ha ido en la meditación”:
.He ido con ganas a la oración...
.El sitio y la postura me han ayudado...
.He seguido los pasos que se me han propuesto...
.He centrado la materia que se me ha propuesto...


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