jueves, 24 de abril de 2008

Resumen de la Campaña Junior 2007-2008


Os ofrezco el guión-resumen de las páginas 11-31, formación de los monitores. Es el que he seguido con los educadores-monitores estas últimas semanas.


Formación monitores.
Jesús es la imagen viva del amor del Padre:
No es sólo una figura excepcional, es el Amor hecho vida humana (2 Cor, 4,4; Hbr 1,3; Col 2, 2-3; Ef 3,17-19).
Dios que se nos entrega a sí mismo (Lc 1, 28-37.68-69.78-79; 1 Jn 4,10; Hbr 1,3).
Su lema: fidelidad a la voluntad del Padre (Jn 7, 28-29; 8, 28; 12, 49-50; 4, 34).
Verdadero hombre y verdadero Dios (Jn 5,19; 12,44;14,9-11; Mt 26, 63-64)
Como consecuencia de la íntima unión con el Padre tuvo una profunda y auténtica vida de oración:
Sensible a los deseos del Padre.
Entrega total al Padre.
Su oración:
soledad (Mt 14,23; Lc 9, 18)
acompañado antes de realizar algo importante (Lc 3,21;9,18.28-29;11,1)
con la naturaleza (Lc 6,12)
desde la experiencia que el Padre le escucha siempre (Mt 26, 53; Jn 11,41-42)
orando por sus compañeros e incluso por los que le crucifican (Jn 17,9-24; Lc 23,34)
ante las dudas y angustias ora (Mc 14,36; Mt 227,46; Lc 23,46)

Jesús es Dios:

Es un problema de fe, un don que Dios nos da y que no se puede científicamente demostrar.
¿Quiénes lo afirman?
Los evangelios: Tu eres el Cristo, el Hijo de Dios que vive (Mt 16,6)
Por los apóstoles: Jesús es el Hijo de Dios (Hch 9,20)
Por Pablo: Vivo con fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí (Gal 2,20)
Por el Concilio de Nicea (año 325): Jesús es Hijo de Dios, Dios de Dios, luz de luz, Dios verdadero del Dios verdadero, nacido, no creado, de la misma substancia del Padre.
Por el Concilio de Calcedonia (año 451): Uno y el mismo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, es perfecto en la divinidad y perfecto en la humanidad, verdaderamente Dios y verdaderamente hombre.

¿Cómo es posible?:
Para Dios nada hay imposible (Lc 1,37)
Vino a ofrecernos el perdón de Dios:
Así lo afirma Pablo: Dios, de manera gratuita nos regala su perdón y su amistad, porque Cristo Jesús nos ha rescatado (Rm 3, 24)
Nos muestra como el Padre goza en perdonar:
Parábola de la oveja perdida (Lc 15,4-7)
Parábola del hijo pródigo (Lc 15,11-24)
El mismo predicó y perdonó:
Yo no he venido a condenar el mundo, sino a salvarlo (Jn 12, 47)
A la mujer adúltera (Jn 8,11), al paralítico (Mc 2,5-11), a los que le crucificaron (Lc 23,33)
Así lo expresó Juan:
Hijitos míos, os escribo para que no pequéis. Pero si alguno peca, tenemos un Abogado ante el Padre: Jesucristo, el Justo. Él es la víctima por nuestros pecados, y por los pecados de todo el mundo (1 Jn2,1-2)

Dios es fiel:
Jesucristo es el sello definitivo de la fidelidad de Dios, proclamada por los profetas del Antiguo Testamento.
Siervo fiel de “el Dios que jamás miente” (Tit 1, 2)
Dios nos había dado le ley por medio de Moisés, pero el Amor y la fidelidad llegaron por Cristo Jesús (Jn 1, 17)
Pues la fidelidad de Dios no depende de nuestra fidelidad a Él.
Si algunos no fueron fieles, ¿dejará por eso Dios de ser fiel? (Rm 3,3)
Por muchos fracasos que haya de por medio, apoyados en su Palabra podremos reanudar siempre de nuevo el camino de la justicia, la unidad y la paz verdaderas.

Cristo, nuestra vida:
Todos estamos hambrientos de vivir una vida más y mejor, una vida próspera y feliz.
Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida (Jn 14, 6)
Jesús es novedad, es Vida, es Camino, es Verdad, es actividad siempre nueva.
Su vida nace del sacrificio y su entrega total a los demás.
Cristo no se limitó a darnos un testimonio de Amor muriendo por nosotros, sino que murió para resucitar con nueva Vida y con Él todos los hombres y mujeres.
No murió para conseguir el perdón de los pecados sino para crear un Mundo Nuevo donde viva el Amor.
Su muerte destruyó todo lo sucio y bajo que hay en nosotros. Por eso es muerte que sana, libera, abre nuevas posibilidades al ser humano, trae la justicia, la alegría y la paz, es semilla de Amor que es enterrada y comienza a germinar con fuerza en el mundo.
Su muerte nos hace participar de la vida santa de Dios:
Volver a nacer.
Salir del sepulcro del egoísmo, de las idolatrías, de la avaricia, de los desordenes sexuales, de las estructuras opresoras.
Nos hace justos ante Dios (Rm 3,28)
Nos da fuerzas para vencer los males del mundo, el orgullo y el afán egoísta de acumular poder, plata y placer.
Nos hace parecidos a Él en su fe, su entrega y su generosidad.
Gracias a Él es posible vivir para Dios, participar de la vida de Dios, a través del conocimiento de Cristo y del amor mutuo.
tener el pensamiento de Cristo (2 Cor 2,16), ser una criatura nueva en Cristo (2 Cor 5,17), que Cristo habite en nuestros corazones por la fe (Ef 3,17), seguir el camino del amor a ejemplo de Cristo (Ef 5,2).
No se trata de leyes morales ni de creer en una serie de dogmas nuevos, ni de practicar ritos religiosos especiales, sino de una nueva actitud ante Dios y los hombres.
Nuestra misión:
Anunciar con claridad y valentía el mensaje de la vida, contenido en Cristo.




-Jesucristo, el Señor:

Se le ha dado todo poder:
Porque se abajó, se humilló y obedeció hasta la muerte de Cruz, el Padre lo levantó hasta lo más alto.
Señor de la vida (Hch 3,15)
Señor de todos (Hch 10, 36)
Centro, único ser necesario, piedra angular del edificio (Ef 2,20)
Principio y fin (Ap 21,6) de la creación.
El que está en todo y en todos (Col 3,11)
Se le ha dado todo poder en el cielo y en la tierra (Mt 28,18)
En el mundo pagano, en el que las autoridades exigían ser adoradas como dioses, los cristianos murieron por mantener con fe viva que solo Jesús era su Señor y Dios.

Nos pone ante una gran alternativa personal:
O con Él o contra él.
No se puede obedecer al mismo tiempo a dos señores.
Los tibios los vomita.
Es un Señor que exige dejarlo todo para seguirle y amarle más que a nuestra propia familia (Mt 10, 37-39)

Por amor:
Diferente a los reyes, presidentes o patronos.
Porque amó hasta el fin.
Porque se igualó a los marginados, compartiendo sus penas.
Porque se hizo servidor de todos, hasta morir por el pueblo.

No obliga a nadie a seguirle, sino que respeta y comprende a todos.

Presente cuando trabajamos por un mundo mas justo y amamos de verdad.

-La fe:

Lazo que nos une a Cristo y nos compromete con Él y con su causa.
Fiarse de él, estar seguros que nunca nos fallará.
Esperarlo todo de él.
Verle hoy presente en los hombres y mujeres, especialmente en los necesitados.
Vivir como hermanos y luchar para que cada vez lo seamos más.
Tener una postura de humildad ante Jesús, reconociendo que lo que hacemos es fruto del actuar de Jesús en nosotros, somos servidores que no hacían falta; sólo hicimos lo que debíamos hacer (Lc 17,10)
Sentirse seguro en Dios gracias a Cristo.
Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?
¿Quién nos apartará del amor de Cristo?
Ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los poderes espirituales, ni el presente ni el futuro, ni las fuerzas del universo, de los cielos o de los abismos, ni criatura alguna, podrá apartarnos del Amor de Dios que encontramos en Cristo Jesús, nuestro Señor (Rm 8, 37-39)


-Los preferidos de Dios:

Los que se sienten débiles y pequeños delante de Él (Mt 5,3), como María (Lc 1, 38)
Otros ejemplos: Pedro en la barca (Lc 5,8), el centurión romano (Lc 7, 6-7), el publicano en el templo (Lc 18, 13), Juan el Bautista (conviene que él crezca y que yo disminuya Jn 3,30)
Reconocer nuestra pequeñez, reconociendo lo mucho que Dios hace por nosotros, como María en el Magníficat (Lc 1, 47-49).
Pablo: en su pequeñez reconocía que Cristo vivía en él y realizaba las maravillas a través de él, la fuerzza actúa mejor donde hay debilidad .
No son los que tienen más estudios o poder, sino los que con sencillez se dejan llenar del Amor de Cristo, que es fuerza de servicio y entrega desinteresada a los demás.
Dios ha elegido a la gente común y despreciada
Padre, Señor del Cielo y de la Tierra, yo te bendigo, porque has ocultado estas cosas a los sabios e inteligentes, y se las has revelado a los pequeños (Lc 10,21)
Dios eligió a los pobres de este mundo para hacerlos ricos en la fe (St 2,5)
Cristo se manifiesta en la debilidad, aunque hayamos trabajado toda la noche sin pescar nada, volvamos a echar las redes en su nombre, con la fe puesta en él (Lc 5,5)

Nuestra oración:

Pedid y se os dará, llamad y se os abrirá, buscad y encontraréis.
¿Qué pedir?: imitar a Cristo, seguir sus huellas, ser otro Cristo viviente en la tierra, dejar actuar su amor a través de nosotros.
Sacar todo el coraje necesario para vencer el miedo y comprometernos en favor de la justicia y la unidad.
Rezar para saber amar con el corazón de Cristo.
Rezar para que se nos llene el corazón de esperanza.
Rezar para saber sufrir con alegría con Cristo toda persecución que pueda venir a causa de nuestro compromiso con la justicia.
Rezar para saber construir la unidad y la paz verdadera.
Rezar para que seamos cada vez más personas.

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