lunes, 28 de abril de 2008

Escuela de Oración. Semana IV. Día 7º


IV Semana. Domingo 27 de Abril.

Adicción:
De nuevo haz presencia de Dios, siente la cercanía, especialmente teniendo presente la naturaleza.

Oración preparatoria:
Pídele a Dios que te haga sentir que él no te va a dejar nunca.


El texto, Su Palabra:
Jesús, mirando a su alrededor, dijo a sus discípulos:
-¡Qué difícil es que los que tienen riquezas entren en el Reino de Dios!
Los discípulos quedaron sorprendidos al oírle estas palabras. Más Jesús, tomando de nuevo la palabra, les dijo:
-¡Hijos, qué difícil es entrar en el Reino de Dios! Es más fácil que un camello pase por el ojo de al aguja que el que un rico entre en el Reino de Dios.
Pero ellos se asombraron aún más y se decían unos a otros:
¿Quién se podrá salvar entonces?
Jesús mirándolos fijamente, dijo:
Para los hombres imposible; pero no para Dios, porque todo es posible para Dios.

Mc 10, 23-27
Composición de lugar:
Otra escena en la que Jesús nos sitúa ante la verdad de nuestra vida: o Él o las riquezas. Es decir, ¿dónde tenemos el corazón? En las cosas materiales o en Dios.
Tu respuesta puede ser la misma que la de los discípulos. Ellos, tal como nos los presentan los evangelios son de carne y hueso, personas normales y corrientes y tampoco lo entienden. Jesús lo compara con el camello y el ojo de la aguja, es decir, una puerta estrecha. No es fácil centrar la vida en Dios, las riquezas siempre nos gustan. Por eso exige el mismo esfuerzo que el camello cuando trata de entrar por el ojo de la aguja. Y al final el poder de Dios: “para los hombres imposible, pero no para Dios, porque todo es posible para Dios”.
Piensa en esta frase. La vida del cristiano se apoya en el poder de Dios para cambiar su corazón.

Coloquio:
Sitúate en la escena y habla con Jesús.


Ejercicio de esta semana:
Nos indican desde el Seminario:
El punto de partida de toda vida espiritual es tu propia vida. La vida debe aparecer continuamente en tu libreta de oración. Pero la vida al cual es, con sus desordenes, posibilidades, miedos.... se trata de objetivizar al máximo tu momento: ¿qué mueve mi vida”, ¿qué me produce verdaderamente alegría?
Si estás cara el ordenador, abre un documento nuevo y anota las alegrías o tristezas, gustos o disgustos, resistencias o generosidades del día anterior. Descubre cuales han sido las razones reales de esas mociones, pon nombre a tu realidad concreta.

Examen de la oración:
“Miraré cómo me ha ido en la meditación”:
.He ido con ganas a la oración...
.El sitio y la postura me han ayudado...
.He seguido los pasos que se me han propuesto...
.He centrado la materia que se me ha propuesto...

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