martes, 24 de junio de 2008

Escuela de Oración. Semana XII. Día 2º




XII Semana. Martes 24 de Junio de 2008.

Introducción.
Después de una semana de descanso, reemprendemos estas oraciones que nos ayudan a encontrarnos con Dios y reorientar nuestra vida hacia el camino que Jesús nos marca, los principios de vida juniors y la ley junior de amar como Jesús nos ama.
Recordarás como dejábamos atrás la meditación del pecado y nos centrábamos en Dios.

En presencia de... :
Comienza haciendo presencia de Dios y de ti mismo, tomando conciencia de tu propia situación. Quien va a rezar es una persona que tiene un pasado y un proyecto de vida, pero sobretodo tiene, lo que no se le quita, es el presente. Un presente muy concreto, marcado por las circunstancias actuales, las preocupaciones, las alegrías, las esperanzas, los miedos,... Todo eso eres tú y todo esto es lo que condiciona tu oración. Por este motivo en los salmos, las ciento cincuenta oraciones que hay en la Biblia, el orante sencillamente expresa lo que siente en ese momento: alabanza y acción de gracias por lo que Dios ha hecho en el pueblo de Israel o en su vida, petición a Dios por una necesidad, súplica y lamento ante el sufrimiento, la muerte y el dolor, queja por un contratiempo, arrepentimiento ante el pecado cometido o adoración al contemplar la grandeza del firmamento y el ser humano. Todos ellos son sentimientos que se encuentran en las oraciones de la Biblia.
Así pues comienza sintiendo, preguntándote cómo te encuentras y expresándolo en una oración. Recuerda que en el mundo nadie te conoce ni te ama como él. A este propósito viene a mi memoria una canción que cantáis los juniors de Montaverner y Alfarrasí, para mí de las más sentidas y bellas,
Cuánto he esperado este momento,
cuánto he esperado que estuvieras
así.
Cuánto he esperado que me
hablaras,
cuánto he esperado que vinieras a mi.
Yo sé bien lo que has vivido, yo se
bien
porqué has llorado; yo se bien lo que
has sufrido pues de tu lado no me he
ido.
Pues nadie te ama como yo, pues
nadie te ama como yo; mira a la
cruz, esa es mi más grande prueba.
Nadie te ama como yo. Pues
nadie te ama como yo, pues nadie
te
ama como yo; mira a la cruz, fue
por
ti, fue porque te amo. Nadie te
ama como yo.
Yo se bien lo que me dices aunque a
veces no me hablas; yo se bien lo que
en ti sientes aunque nunca lo
compartas. Yo a tu lado he caminado,
junto a ti yo siempre he ido; aún a
veces te he cargado. Yo he sido tu
mejor amigo.
También puedes comenzar pinchando en este link y la encontrarás en un montaje precioso: http://www.youtube.com/watch?v=vJCv6OYXTlg
En este otro podrás escucharla de labios de su autor, Martín Valverde, quien explica el origen de la canción: http://www.youtube.com/watch?v=yymM1iZOgSk&feature=related

Y recuerda, este autor no es un sacerdote, es un cristiano como tú, con esposa e hijos, pues para sentirse amado por Dios sólo hay que abrir el corazón y dejar que te ame. Y muchas veces te ama a través de los demás, en el matrimonio, pues es un sacramento, en primer lugar a través de la esposa o el esposo.

Oración preparatoria (La Palabra esperada):
Esta semana recita:
Señor, concédeme estar contigo, contemplarte, escucharte, sentirte... concédeme conocimiento interno de tu Hijo, que por mí se hizo hombre, para que mas le siga y le ame.

El texto (la Palabra escuchada):
Y percibí la voz del Señor que decía:
-¿A quién enviaré?, ¿quién irá de nuestra parte?
Dije:
-Yo mismo, envíame.
Respondió:
-Ve y di a este pueblo: escuchad bien, pero no entendáis, ved bien, pero no comprendáis.

Composición de lugar (la Palabra comprendida):
Contemplo las tres personas de la Trinidad que miran compasivament todo el mundo, muchos se encaminan a su destrucción. Escucho que dicen entre ellos, como se miran, observo que sienten... La Trinidad decide la redención del mundo. Como lo deciden, como lo hacen... Durante el día observa a la Trinidad como mira la realidad.
Así nos lo indica el guión del seminario. El método junior consiste en ver-juzgar-actuar. Hoy se trata que lo apliques desde la Santísima Trinidad: Dios ve el mundo totalmente abandonado, juzga que no tienen pastor ya actúa enviando a Jesús y a ti.
También es interesante que personalices la pregunta de Dios y de Isaías. Hoy Él te dirige esta palabra, ante un mundo que necesita de Él, te pregunta. Y ¿tú que le respondes? No olvides, un día le dijiste: “yo mismo, envíame”. Fue cuando el consiliario te envió a ser monitor del Centro Junior.

Coloquio:
Es éste un momento muy personal, donde eres tú quien habla de lo que siente tu corazón.

Examen de la oración:
Actitudes ante la oración
Pasos realizados
Oración
Examen del día.

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