sábado, 14 de junio de 2008

Escuela de Oración. Semana XI. Día 5º


XI Semana. Viernes 13 de Junio de 2008.

En presencia de... :
El monje se presentó ante el abad y le dijo:
-Padre, el hermano Gabriel anda pálido y cabizbajo. No canta y apenas prueba bocado.
El anciano abad fue a la celda del hermano Gabriel y, poniéndole la mano sobre su hombro, le preguntó:
-¿Qué te preocupa hermano Gabriel?
El hermano Gabriel replicó con tristeza:
-Mi corazón no me acompaña en la oración. No guardo la compostura, el tono de mi voz es elevado y mi temperamento, como el fuego.
El abad, sentándose junto a él, musitó:
-Sólo alabarás a Dios cuando dejes expresarse al corazón con los dones con los que has sido honrado. Así, cuando ores, vete a tu cuarto, cierra la puerta, y allí, en lo escondido, el Padre que está en lo alto acogerá tus tristezas, recogerá tus lágrimas, gozará con tus alegrías y caminará contigo al ritmo de tu corazón.
El abad se marchó en silencio y el hermano Gabriel, cerrando la puerta, bailó para Dios.


Oración preparatoria (La Palabra esperada):
Esta semana recita:
Señor,
concédeme pasar del pecado a la misericordia,
del voluntarismo a la gratuidad,
del miedo a la confianza,
del rechazo a la pacificación,
del egoísmo a la entrega,
de la mezquindad a la honradez,
de la ruptura a la armonía,
de la dureza del corazón a la ternura,
de la impotencia a la confianza”.

El texto (la Palabra escuchada):
Este es el ayuno que yo deseo:
romper las cadenas injustas,
soltar las coyundas del yugo,
dejar libres a los maltratados,
y arrancar todo yugo;
compartir tu pan con el hambriento,
acoger en tu hogar a los sin techo;
vestir a los que veas desnudos
y no abandonar a tus semejantes.
Así surgirá tu luz como la aurora,
y tu herida se curará rápidamente.
Tus justas acciones te precederán,
te seguirá la gloria de Yahvé.
Is 58, 6-8

Composición de lugar (la Palabra comprendida):
No es fácil seguir la voluntad de Dios. A veces creemos que lo difícil es ir a misa y confesarse y no es así. Eso es lo más sencillo. Lo complicado y lo que complica la vida es cuando la religión te lleva al otro, a preocuparte del maltratado, el hambriento, el sin techo y el desnudo. Esto es lo que realmente frena al creyente. Ante estas exigencias o bien renuncia a seguir a Dios y se convierte en un alejado, apartándose de la Iglesia o bien se limita al cumpli-miento, a realizar unas prácticas religiosas. Y se olvida de los demás. El pecado más grave, del que ninguno nos salvamos, es la compasión.
Sin embargo Jesús pasó su vida compadeciéndose, cargando con la cruz de los demás.
Pero veamos lo que nos indican desde el Seminario: “Esta forma de entenderlo todo tiene unas consecuencias tremendas para mi vida, ahora y aquí, y en la hora de mi muerte, juicio y condena.
Después de esta introducción lee el texto y deja que Dios te de un cachete, mueva tu conciencia. ¿Cómo andas en solidaridad en cuanto eres monitor junior? Recuerda que cada día, al rezar la oración junior le pides “marchar por el camino que tú me marques” y ese camino es el otro, el que necesita de ti.

Coloquio:
Se abre un coloquio el cual “se hace propiamente hablando, así como un amigo habla a otro...”.

Examen de la oración:
Esta semana el examen de la oración tiene una gran importancia ya que se trata de reconocer lo que la oración ha ido realizando en mí. Pues estas meditaciones no son para tener contento a Dios o al consiliario, son para ti, quieren ayudarte a cambiar tu vida, a ser mejor y para eso es necesaria la vida de oración, como recordó a quienes os confirmasteis ayer D. Esteban Escudero, la importancia de una vida de oración para que el agua del Espíritu Santo llegue a las profundas raíces de vuestro corazón, para cambiar “la chupitera”, esto es palabra mía, el pequeño vasito por un cántaro grande, que pueda recoger toda el agua, todo el poder transformador que tiene el Espíritu Santo, el que recibisteis ayer. Ahora también son mías: ¿por qué conformarse con un chupito del mejor licor, cuando Dios te permite y quiere que llenes y te bebas un tanque tan grande como el que utilizan los hidroaviones para apagar incendios?
Así pues: ¿qué consolaciones espirituales he vivido?, ¿qué desolaciones: inquietud, zozobra, crisis, desfallecimiento... he sentido?

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