sábado, 14 de junio de 2008

Escuela de Oración. Semana XI. Día 6º


XI Semana. Sábado 14 de Junio de 2008.

En presencia de... :
Escribe Dolores López Guzmán:
“Dicen que las apariencias engañan. Las personas superficiales e inmaduras son aquellas que fácilmente se dejan embaucar por las primeras impresiones. Para llegar a un conocimiento verdadero de la realidad hay que invertir mucho tiempo y ejercitarse en la reflexión.
Es necesario armarse de paciencia y estar dispuesto a dejarse sorprender para alcanzar el sentido profundo de la existencia. María es el mejor ejemplo. A pesar de haber conversado con el Ángel del Señor ella seguía atendiendo a todo lo que sucedía a su alrededor y lo dejaba reposar en su interior. Desde el principio de su aventura divina guardaba todas las cosas meditándolas en su corazón”.
No es fácil rezar, pero es necesario. Por eso en estos ejercicios de los que ya llevamos once semanas, casi tres meses, vamos aprendiendo a ello, con mucho esfuerzo.


Oración preparatoria (La Palabra esperada):
Esta semana recita:
Señor,
concédeme pasar del pecado a la misericordia,
del voluntarismo a la gratuidad,
del miedo a la confianza,
del rechazo a la pacificación,
del egoísmo a la entrega,
de la mezquindad a la honradez,
de la ruptura a la armonía,
de la dureza del corazón a la ternura,
de la impotencia a la confianza”.

El texto (la Palabra escuchada):
Todos los publicanos y los pecadores se acercaban aél para oírle. Los fariseos y los escribas murmuraban:
-Éste acoge a los pecadores y come con ellos. Entonces les dijo esta parábola:
¿Quién de vosotros, si tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en la estepa y va a buscar la que se perdió, hasta que la encuentra?
Y cuando la encuentra se la pone muy contento sobre los hombros. Luego, al llegar a casa, convoca a los amigos y vecinos, y les dice:
-Alegraos conmigo, porque he hallado la oveja que se me había perdido.
Os digo que, de igual modo, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no tengan necesidad de conversión.
O ¿Qué mujer, si tiene diez dracmas y pierde una, no enciende una lámpara y barre la casa y busca cuidadosamente hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra, convoca a las amigas y veinas, y les dice:
-Alegraos conmigo, porque he hallado la dracma que había perdido.
Os digo que, del mismo modo, habrá más alegría entre los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta.
Lc 15, 1-10

Composición de lugar (la Palabra comprendida):
Concluimos las meditaciones de esta semana con las parábolas de la misericordia. En este ejercicio he anotado las dos primeras, si bien, el Seminario añade la tercera, la del Padre Misericordioso. Le encontrarás en http://destellosdelmontcabrer.blogspot.com/2008/06/escuela-de-oracin-semana-x-da-3.html . Seguro la recuerdas, pues fue el miércoles de la semana pasada cuando nos adentramos en ella.
Después de descubrir el pecado y las consecuencias nos acercamos a Jesús. Lo importante no es nuestro pecado sino el derroche de amor que el Padre desborda a través de Jesús en nosotros. Le experiencia de pecado nos lleva a la experiencia de perdón.
Si bien en le guión del Seminario se afirma “el mal espíritu hará que el pecado nos lleve a la desolación, al sentimiento de fracaso, de incapacidad”, lo cierto es que además de esta experiencia, personificada en la oveja que se encuentra sola, en mitad del barranco, a merced de los lobos y el hijo abandonado totalmente, cuidando de unos animales impuros, los cerdos, símbolo del demonio, la experiencia fundamental es el encuentro con Dios.
Así pues. ¿Vives alejado de la Iglesia?, ¿lo has estado? ¿Cómo se siente Dios?, ¿Cómo ha vivido el Padre tu reencuentro con en Él a través de los juniors, la Iglesia, Jesús?
La respuesta no es mía. No es propia de un libro de oraciones antiguo. Es el Evangelio quien nos lo indica.
Hoy te invito a sentir con Dios. Mírate desde fuera. Así es como Dios se siente cuando caes en pecado, cuando no vas a misa y pasas de los demás, cuando te apartas del centro junior. Y así es como se siente cuando decides venir al campamento y trabajar activamente por el Centro Junior de Montaverner o de Alfarrasí. Así es como se sintió el domingo, cuando a través del Obispo te ofreció el sacramento de la Confirmación y tú lo vivías intensamente, sentías que Dios estaba cerca de ti y por unos momentos le dijiste sí, gracias por el sacramento, por lo vivido en la misa.

Coloquio:
Se abre un coloquio el cual “se hace propiamente hablando, así como un amigo habla a otro...”.

Examen de la oración:
Esta semana el examen de la oración tiene una gran importancia ya que se trata de reconocer lo que la oración ha ido realizando en mí. Pues estas meditaciones no son para tener contento a Dios o al consiliario, son para ti, quieren ayudarte a cambiar tu vida, a ser mejor y para eso es necesaria la vida de oración, como recordó a quienes os confirmasteis ayer D. Esteban Escudero, la importancia de una vida de oración para que el agua del Espíritu Santo llegue a las profundas raíces de vuestro corazón, para cambiar “la chupitera”, esto es palabra mía, el pequeño vasito por un cántaro grande, que pueda recoger toda el agua, todo el poder transformador que tiene el Espíritu Santo, el que recibisteis ayer. Ahora también son mías: ¿por qué conformarse con un chupito del mejor licor, cuando Dios te permite y quiere que llenes y te bebas un tanque tan grande como el que utilizan los hidroaviones para apagar incendios?
Así pues: ¿qué consolaciones espirituales he vivido?, ¿qué desolaciones: inquietud, zozobra, crisis, desfallecimiento... he sentido?

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