domingo, 8 de junio de 2008

Escuela de Oración. Semana X. Día 5º



X Semana. Viernes 6 de Junio de 2008.

En presencia de... :
A lo largo del día escuchamos muchas palabras: en casa, en la radio, en la televisión,... y leemos cientos de palabras en internet, los libros, las revistas,... Palabras, palabras y palabras, llenan nuestra vida. Pero en el bosque de palabras las hay que son más importantes, las que escuchamos con atención y con los seis sentidos, son las palabras que nos dirigen quienes amamos. Esas palabras las leemos y releemos cuando nos llegan a través del messenger. Son las palabras esperadas y acariciadas.
Y con Dios ocurre... lo mismo. Si Dios es Alguien en nuestra vida su palabra es importante, llena nuestro corazón. Si Dios es nadie entonces su palabra no tiene importancia. Por eso estos e-mails o post que recibes tendrán importancia para ti, los valorarás, no por mí, que al final es el menos importante, sino porque a través de ellos te acerca a Dios y te facilita el encuentro con Él. Cada día recibes un e-mail de Dios. Este viene envuelto en un papel, unas veces feo, otras interesante, pero lo importante es el contenido, el texto bíblico. El resto puede ayudarte o no, puedes prescindir de él o no.
Así pues, comienza pensando en esto. Dios te envía un e-mail. ¿Qué te dice? Lee más abajo.

Oración preparatoria (La Palabra esperada):

Señor, al meditar hasta donde es capaz de llegar mi pecado,
tiendo a desfallecer, pero ¿acaso necesitas de mi talento?,
¿acaso necesitas mis virtudes? ,
¿acaso me has llamado por mis méritos?
Conoces mi miseria, Señor,
los combates y las tribulaciones de mi alma,
la debilidad y el pecado de mi cuerpo,
las críticas y soberbias de mi mente.
Por eso sé,
que no puedo esperar ser un ángel para entregarme,
se que te tengo que entregar
lo que más me cuesta: mi pecado.
A pesar de que sólo me pides eso,
tú, el Señor de los Señores,
como un mendigo llamas a la puerta de mi corazón,
yo como un prepotente sigo sin enterarme.


El texto (la Palabra escuchada):
Le dijo Pedro:
-¡Oye, no se de que me hablas! Y en aquel mismo momento cuando aún estaba hablando cantó un gallo. El Señor se volvió y miró a Pedro. Pedro se acordó entonces de las palabras que le había dicho el Señor: Antes que cante hoy el gallo, me habrás negado tres veces.
Lc 22, 60-61

Composición de lugar (la Palabra comprendida):
Un momento terrible en la vida de Pedro. Le acaba de negar y en ese instante aparece Jesús, atado y lleno de golpes. Jesús le mira. ¿Y Pedro? Llora, no desespera. ¿Nunca has traicionado a un amigo hablando mal de él a sus espaldas? ¿qué has sentido cuando te ha mirado con una mirada limpia?
¿Cuándo has negado que eres amigo de Jesús?, ¿fue cuando comenzaron a burlarse de los juniors y tú dijiste que ya no eras y que pasabas del junior, siendo mentira?, ¿fue cuando se metieron con la Iglesia y tú dijiste que ibas, pero ya no crees en los sacerdotes ni en la Iglesia? Piensa y mira a Cristo. El ser humano puede negar a Dios y decir que Dios no existe. Dios nunca negara a quien le niega. Tú podrás darle la espalda a Dios y pasar de Él, pero Él nunca pasará de ti ni te dará la espalda.

1.Lee la cita.
2.Imagina la escena con todo lujo de detalles ¿qué ha pasado?
3.Intenta sentirte como se siente el personaje.
4.Prepara un escrito de disculpas a Dios.
5.A mitad de discurso, deja de escribir, levanta la mirada y déjate mirar a los ojos por él.
6.Estate un tiempo mirándole... sin más
7.¿qué sientes?, ¿cóm te sientes?
Durante el día cuando peques, cuando sientas que has metido la pata... vuelve a esa mirada, déjate mirar por él en tu pequeñez, en tu pecado, en tu mediocridad... ante una crítica, una contestación, un acto de soberbia, de lujuria, de ira... para, levanta la mirada y déjate mirar.

Examen de la oración:
¿Cómo me he sentido? ¿Qué cosas me han ayudado? ¿qué cosas me han estorbado? ¿Qué he visto claro? ¿Qué voy descubriendo que se repite en los distintos momentos?


http://destellosdelmontcabrer.blogspot.com/



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