lunes, 30 de junio de 2008

Evangelio del Domingo: XIV. 6 de Julio de 2008



Primera lectura

Mira a tu rey que viene a ti modestoLectura de la profecía de Zacarías 9, 9-10Así dice el Señor:«Alégrate, hija de Sión;canta, hija de Jerusalén;mira a tu rey que viene a ti justo y victorioso;modesto y cabalgando en un asno, en un pollino de borrica.Destruirá los carros de Efraín,los caballos de Jerusalén,romperá los arcos guerreros,dictará la paz a las naciones;dominará de mar a mar,del Gran Río al confín de la tierra.»Palabra de Dios

Salmo responsorial

Sal 144, 1-2. 8-9. 10-11. 13cd-14R. Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey. Te ensalzaré, Dios mío, mi rey;bendeciré tu nombre por siempre jamás.Día tras día, te bendeciréy alabaré tu nombre por siempre jamás. R.El Señor es clemente y misericordioso,lento a la cólera y rico en piedad;el Señor es bueno con todos,es cariñoso con todas sus criaturas. R.Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,que te bendigan tus fieles;que proclamen la gloria de tu reinado,que hablen de tus hazañas. R.El Señor es fiel a sus palabras,bondadoso en todas sus acciones.El Señor sostiene a los que van a caer,endereza a los que ya se doblan. R.

Segunda lectura

Si con el Espíritu dais muerte a las obras del cuerpo, viviréisLectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8, 9. 11-13Hermanos:Vosotros no estáis sujetos a la carne, sino al espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros.El que no tiene el Espíritu de Cristo no es de Cristo.Si el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó de entre los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales, por el mismo Espíritu que habita en vosotros.Así, pues, hermanos, estamos en deuda, pero no con la carne para vivir carnalmente. Pues si vivís según la carne, vais a la muerte; pero si con el Espíritu dais muerte a las obras del cuerpo, viviréis.Palabra de Dios

Aleluya

Mt. 11, 25Bendito seas, Padre, Señor de cielo y tierra,porque has revelado los secretos del reino a la gente sencilla.

Evangelio

Soy manso y humilde de corazónLectura del santo evangelio según san Mateo 11, 25-30En aquel tiempo, exclamó Jesús:- «Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor.Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera

No hay comentarios: