domingo, 1 de junio de 2008

Escuela de Oración. Semana IX. Día 7º


IX Semana. Domingo 1 de Junio de 2008.

En presencia de... :
Es domingo mira el sol, mira las estrellas, déjate envolver por todo lo que representa el domingo. No vas al instituto, no trabajas, es el día para estar con las personas que más amas, la familia, para descansar después de una noche de fiesta con los amigos o la persona con la que esperas compartir tu vida. Es domingo, comienza dándole gracias a Dios por éste que es invento suyo, la aportación de la religión judía y cristiana a Occidente, pues los romanos no tenían domingo. Es el día que Dios te regala para que estés con los tuyos... y para que estés un rato, éste puede ser, con él.

Oración preparatoria (La Palabra esperada):
Esta semana recita despacio este poema:

No me mueve mi Dios para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor.
Muéveme el verte clavado,
en una cruz y encarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido.

Muéveme tus afrentas y tu muerte,
muéveme en fin tu amor
de tal manera que aunque no hubiera infierno
yo te amar
y aunque no hubiera infierno
te temiera.

No me tienes que dar
porque te quiera,
pues, aunque lo que espero no esperara,
¡lo mismo que te quiero te quisiera!

El texto (la Palabra escuchada):
No todo el que me diga Señor, Señor entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán aquel Día:
-Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Pero entonces les declararé:
-¡Jamás os conocí, apartaos de mí, malhechores!

Composición de lugar (la Palabra comprendida):
Concluimos esta semana con la primera parte del evangelio de este domingo. Léelo y piensa en lo que ahí se te dice. También a ti y a mí nos puede pasar que cuando lleguemos a la presencia de Dios le digamos: “¿no fuimos a misa, asistimos a los campamentos, trabajamos por el junior y te dimos mucho tiempo?” Y él nos responda que no nos conocía. Es decir, hoy puede pasarnos que a pesar de lo que hacemos por el centro junior Jesús no nos conozca. Él no conoce a aquellos que hacen muchas cosas pero no aman y pasan de cumplir la voluntad del Padre, a aquellos que separan el junior de su vida y una cosa es lo que enseñan a los niños en el junior y otra lo que ellos mismos viven, los que consideran que el junior es un mundo aparte de su vida.
¿Realmente conoces la voluntad del Padre? En estos “ejercicios on-line” que estás siguiendo has tenido la ocasión de conocer su voluntad, pues día tras día te has encontrado con un texto de la Biblia y has rezado con él. Especialmente la semana pasada conociste las enseñanzas de Jesús que se sitúan antes de este texto.
Ahora se trata que lo pongas en práctica. Jesús es como el buen profesor que avisa del examen, te dice las preguntas que van y te ayuda a aprendértelas. Ahora bien, el día del examen no te va a “chivar” las contestaciones, será comprensivo, pero también te juzgará. Y eso es serio. Precisamente gracias a saber que Él nos va a exigir sobre nuestros actos nos lleva a no vivir una vida vegetal, construida sobre arena, sino a levantar nuestra vida sobre la roca fuerte del Evangelio. De ti depende, ser un “junior” o ser un “Junior”.

Coloquio (respuesta a la Palabra):
Que te está costando entrar en esta dinámica, pues díselo. Que te cuesta entender a un Jesús así, diferente del que te habías imaginado, del que lo deja pasar todo y tiene unas tragaderas abismales, pues díselo y recuerda, tú como monitor/a y yo como sacerdote tenemos una gran responsabilidad, no traicionar la Palabra de Dios. Por eso le hemos de pedir constantemente que nos ayude a vivirla y a presentarla con todas sus exigencias, como él lo hizo y lo hicieron los apóstoles y los grandes santos y hombres y mujeres de la Iglesia, S. Francisco de Asís, S. Ignacio de Loyola, Madre Teresa de Calcuta, Oscar Romero,...

Ejercicio de esta semana:
Ayer era difícil, ni más ni menos que imaginar el infierno. Hoy es más fácil: imagina el cielo, mira quienes están, percibe el ambiente, reconoce la alegría. Imagina el encuentro con Dios, cara a cara. Porque llegará y esperemos vernos todos en el cielo, disfrutando de quien es la Belleza fuente de toda belleza, el Amor.


Examen de la oración:
¿Cómo me he sentido? ¿Qué cosas me han ayudado? ¿qué cosas me han estorbado? ¿Qué he visto claro? ¿Qué voy descubriendo que se repite en los distintos momentos?

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