miércoles, 14 de mayo de 2008

Escuela de Oración. Semana VII. Día 3º


VII Semana. Miércoles 14 de Mayo

En presencia de...
Nos cuenta la autora del libro: “la principal tarea que la imaginación tiene encomendada, si quiere dar buen fruto, es ponerse al servicio del afecto”. A través de imágenes damos forma en nuestro interior a los sueños, pensamientos, deseos,... reavivando nuestros quereres. Por eso en la Edad Media la Iglesia plasmó en imágenes toda la Biblia, fruto de ello son las portadas románicas y góticas, las pinturas, los retablos,... Así la imagen reaviva, haciendo presente el pasado y en nuestra fe las escenas bíblicas; simboliza, pues en un cuadro de Cristo vemos mucho más que una bella representación pictórica, en él está representado nuestra fe; hace presente lo espiritual y gracias a la imaginación enriquece.
Por eso comenzamos centrando nuestra mirada en una imagen.
En este blog encontrarás fotografías que te pueden ayudar. Escoge una y dedica unos momentos a contemplarla y dejar que afloren tus sentimientos y pensamientos sobre ella.

Oración preparatoria:
“Señor, que en este ejercicio mi corazón reconozca mi pecado y sea capaz de sentir dolor por él para que todas mis intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza tuya”.


El texto, Su Palabra:
Cuando la humanidad comenzó a multiplicarse sobre la faz de la tierra y le nacieron hijas, vieron los hijas, vieron los hijos de Dios que las hijas de los hombres les venían bien, y tomaron por mujeres a las que prefirieron de entre ellas. Entonces dijo Yahvé:
-No permanecerá para siempre mi espíritu en el hombre, porque no es más que carne, que sus días sean ciento veinte años.
Viendo Yahvé que la maldad del hombre cundía en la tierra y que todos los proyectos de su mente eran puro mal de continuo le pesó a Yahvé de haber creado al hombre en la tierra, y se indignó en su corazón. Así pues, dijo Yahvé:
-Voy a exterminar de sobre la faz del suelo al hombre que he creado –desde el hombre hasta los ganados, los reptiles y hasta las aves del cielo -, porque me pesa haberlos hecho. Pero Noé halló gracia a los ojos de Yahvé.
Noé fue el varón más justo y cabal de su tiempo. Noé andaba con Dios. Noé engendró tres hijos: Sem, Cam y Jafet. La tierra estaba corrompida en la presencia de Dios: la tierra se había llenado de violencias. Dios miró a la tierra y vio que estaba viciada: todas las criaturas tenían una conducta viciosa sobre la tierra.
Dijo, pues, Dios a Noé:
He decidido acabar con todo ser viviente, porque la tierra está llena de violencias por culpa de ellos. Por eso, he decidido exterminarlos de la tierra. Hazte un arca de maderas resinosas. Por mi parte, voy a traer el diluvio, las aguas sobre la tierra, para exterminar todo viviente que tiene hálito de vida bajo el cielo: todo cuanto existe en la tierra perecerá. Pero contigo estableceré mi alianza: entrarás en el arca junto con tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus hijos. Meterás en el arca una pareja de cada ser viviente para que sobrevivan contigo. Serán macho y hembra. De cada especie de aves, de cada especie de ganados y de cada especie de reptiles entrarán contigo sendas parejas para sobrevivir. Tú mismo procúrate toda suerte de víveres y hazte acopio para que os sirvan de comida a ti y a ellos.
Dios bendijo a Noé y a sus hijos, y les dijo: Sed fecundos, multiplicaos y llenad la tierra.
Gn 6,1-3.5-14a.17-21. 9,1

Composición de lugar:
Al leer este texto hemos de dejar, por el momento al margen la exégesis o interpretación bíblica. Lo que ahora nos interesa no es si realmente ocurrió así, sino el mensaje que nos transmite, teniendo presente el tema de los ejercicios de esta semana: los siete pecados capitales.
Hoy descubrimos concretados en tres historias los pecados de la lujuria, la gula y la pereza.
De la lujuria, colocado en los pecados relativos al sexto mandamiento, afirma el Catecismo de la Iglesia Católica: “es un deseo o un goce desordenados del placer venéreo” (2351). La sexualidad en sí es buena y querida por Dios, en cuanto gracias a ella la especie humana sobrevive y por otra parte abre a la persona al encuentro, a compartir la vida con una persona diferente y complementaria, enriqueciéndose mutuamente. Pero también es verdad que cuando ella se desborda y se le deja total libertad produce violencia, como bien reflejan los telediarios. Por eso es importante el dominio, el tener unas normas y no dejar nunca que ella nos conduzca a una espiral que polarice toda nuestra vida, que haga de ella, en sí misma como acto de disfrute personal, el centro, llegando a la obsesión y a las consecuencias terribles que puede producir.
Pero vamos a centrarnos en el texto. Surge la sociedad del bienestar y el hombre olvida su procedencia, dejándose llevar por la pasión desenfrenada. Como consecuencia Dios se arrepiente de haber creado al ser humano. Ante el sufrimiento que provoca la lujuria, la gula, la pereza y todo pecado, en Dios no hay un desentenderse, al contrario, le duele profundamente. Pero en medio de este caos de vicio y pecado, una familia permanece fiel a Dios, es Noé, su mujer, hijos y nueras. Surge la esperanza. Dios decide renovar la historia destruyendo el pecado, pero sin exterminar la especie humana y recreando de nuevo. El mensaje es de una gran belleza, no nos centramos en su carácter histórico. Para el autor bíblico todos procedemos de un hombre justo: Noé. También hay otra lectura. Pecado, vicio, violencia,... siempre la hay, pero también es verdad que en medio del caos hay un grupo de personas que permanecen fieles a Dios. La religión bien vivida no es de mayorías, sino de minorías. Y eso es lo que debemos ser los juniors. En medio de los jóvenes que van a la suya, los junior no siguen el estilo de vida del mundo, sino el estilo de vida de Jesús, “un estilo de vida que responde al Evangelio” (Libro de Identidad, pg.16) y los convierte en “los centinelas de la mañana en este amanecer del tercer milenio” (Libro de Identidad, pg. 17, cita de Juan Pablo II, XX Jornada M. de la Juventud, Roma, 2000). El junior ha de ser como el Arca de Noé.
Y ahora se trata que reces tú, te sitúes en los personajes y hagas este texto propio, abriendo el corazón a Dios que quiere hablarte a través de la Biblia.

Coloquio:
Es tu momento, dile lo que sientes.
Examen de la oración:
“Miraré cómo me ha ido en la meditación; y si mal, miraré la causa donde procede, y así mirada, arrepentirme, para enmendar adelante; y si bien, daré gracias a Dios y haré otra vez de la misma manera”

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